03-11-2016
Hoy a las seis se reunía Rajoy con el Rey. Ya hay gobierno, o eso dicen. A la misma hora yo me reunía con Adrià Rod, el supporter de Sons of Gutenberg, una librería que apuesta por el fanzine y la literatura indie. Si quieres conocer de qué va la escena literaria en Barcelona tienes que hablar con él. Es como el Rey; pero en lugar de trono tiene una librería. Llegué tarde. El problema es que no tengo orientación, algo que es necesario, no solo en medio de la naturaleza, sino también en la ciudad. Lo cierto es que nunca consigo llegar exactamente allí donde me propongo. No sé si en esta ocasión sucederá igual.
Encuentro a Adrià Rod en la puerta. Parece una agenda cultural pública. Habla con una chica de todo lo que no debe perderse en Barcelona si le gusta la poesía. Entro en los seis metros cuadrados que son el espacio de Sons of Gutenberg, y le escucho afuera decir que la poesía es algo de todos. Todos para uno y uno para todos. Mientras acaba de hablar, reviso los estantes y me pierdo entre los fanzines que hay expuestos.
Tanto la chica, como yo, parece que le hemos interrumpido una cerveza. Cuando acaba con ella, vuelve adentro, y sale con una lata, una Voll-Damm a medias, y hablamos. Adrià Rod es de los que habla mucho y rápido encadenando temas. En una hora más o menos hablamos de: Bob Dylan, el Nobel y la oralidad de la poesía, el boom de la autopublicación, Sons of Gutenberg, citamos cinco librerías de Barcelona, el Mercat de Sant Antoni, algunos proyectos, la escena poética de Barcelona, un tío raro de Burgos, me suenan tus letras, redes sociales, medios, radio, la babysister compartida con Jorge Carrión.
Antes de despedirnos me regala una rareza: “El juguete rabioso”: fanzine del 2012 que Jorge Carrión se sacó de la fotocopiadora y que tiene el mismo título que una novela de Roberto Arlt. Al bajar por la calle me doy cuenta que a mí también me gusta la doble malta. Al girar la esquina empiezo a caminar como un supporter ¿Acaso soy un hooligan a toda letra? No quiero parecerme al Silvio Astier de la novela de Roberto Arlt, que no llega nunca exactamente a donde pretende.
En el metro comienzo a pensar en Buenos Aires.