“Estoy muy feliz”, me dice Andrea Stefanoni mientras charlamos con un café que ha preparado ella misma en el sótano de La Mistral, la librería que se ha convertido en un fenómeno mediático: su librería. Abrió el 11 de agosto, así que llegué casi un mes después y muchos podrían decir que como periodista iba tarde (habría que ver), pero de lo que no hay duda es que siempre se está llegando a tiempo a una librería.

“Está en vos la capacidad de sorprenderte cada día y dejarte llevar por el extrañamiento. Es lo que buscan los actores cuando repiten la misma obra todos los días, poder hacerla como si fuera la primera vez”

De Hong Kong a Madrid

En el bar del aeropuerto de Hong Kong había un menú de bronce en el que Martín Caparrós vio un monumento al triunfo del capitalismo salvaje. Él prefirió este símbolo para comenzar su crónica de la ciudad a diferencia del Rolls Royce rosa de la señora Chan, el edificio más alto del planeta o la araña de siete mil cristales de Murano de un centro comercial que aparecían por aquel entonces en los medios. Pero “se puede ser Caparrós —y ver eso— o ir al bar, consultar el menú, pedir un sándwich, comer de cara al cartelito, no preguntarse —no ver— nada”, escribió Leila Guerriero tiempo después cuando quiso explicar qué es una crónica de viajes.

Espero haber visto “el menú de bronce”, solo que esta vez era un cartel cerámico…

Aquí podéis leer el artículo en Viajes National Geographic